Una mañana cualquiera, se levanta no muy apresurado se pone los típicos zapatos amarillos y se dirige directo a la cocina para tomar el desayuno de todas las mañanas, un poco de avena, chocolate en polvo, un plátano, un huevo y de último leche, todo estos ingredientes puesto en el vaso de la licuadora y la enciende sin el cuidado de la tapa. En esta parte del corto muestra la sencillez en la que vive el personaje, se nota que es una persona humilde y modesta y algo descuidada, a lo largo del corto se muestra que el personaje es un simple taxista, bondadoso con los mendigos y los animales, es el reflejo de una buena persona, en el siguiente se detalle interesante o quizás familiar, la mano del personaje frotando una patita de conejo, para la buena suerte, de seguro confía que le irá bien en el trabajo.
Por otra parte una mujer con su pequeño hijo, con una vestimenta, que ha simple vista se pensaría que se trata de una meretriz, esa misma mujer de pantorrillas muy bien formadas, cubierta de una malla espectacular que mostraba una sensualidad y, claro, gracias al color rojo del traje, ella apresuradamente baja de las escaleras, sale de la quinta de donde salió y toma un taxi.
A partir de ese día las vidas de estos personajes, se unen de casualidad, pero ese encuentro será fatal, ya que esa mujer no sabe lo que le espera al salir de ese taxi.
Se imagina usted ¿que piensa un taxista, que amablemente te devuelve el dinero que le pagaste por una carrera hacia tu destino?, ¿será que quiere algo, que opina usted?, ¿es raro no?
Ella se dirige con el niño hacia un restaurante común, con el fin de conseguir un trabajo. Por otro lado ese mismo taxista, le espera muy sigilosamente, seguro que trama algo; la mujer sale del establecimiento muy apresurada, o tal ves asustada, por que ese hombre desconocido, quien no le recibió el dinero, esta que la espera pacientemente ¿Por qué?
Se mete a su auto y pisa el acelerador, y va al encuentro de la pobre mujer con el pequeño inocente.
Al minuto los arrolla sin piedad dejando a la mujer y al niño regados sobre el asfalto.
Solo queda el pequeño zapato del inocente.
Una mañana cualquiera, se levanta no muy apresurado se pone los típicos zapatos amarillos, toma su desayuno de siempre, se sube a su taxi junto con su nuevo trofeo; zapatitos de niños inocentes.
No hay remordimiento, no hay culpabilidad, no hay sensibilidad.
Será odio, venganza o lo hizo por placer.
Solo hay dos aspectos que se debe analizar de esta historia.
El aspecto psicológico de uno y el aspecto social, por que a partir de estos aspectos se puede definir el patrón de pensamientos, sentimientos y conductas de una persona y que persiste a lo largo de su vida. A lo que me refiero esos aspectos son los inicios para hacer un buen análisis de la personalidad de uno, en este caso si analizamos bien al taxista, diríamos que tiene problemas psicológicos, a causa de “X” motivos, y que se refleja en sus costumbres o conductas. Pues usted se imagina levantarse todas las mañanas y tomar el mismo jugo de siempre y que al prepararlo en la licuadora, dejes que ese jugo se rebalse, pues en realidad se creería que no es normal, segundo aspecto que se debe analizar, es el aspecto social en donde vivió su infancia, juventud y adultez, ya que también la sociedad es una gran influencia para el desarrollo de la personalidad del individuo. ¿Habrá sido maltratado alguna vez? ¿Tuvo algún trauma? ¿Por qué esa reacción en contra de seres inocentes como los niños? ¿Fueron los impulsos quienes lo dominaron?
http://www.youtube.com/watch?v=f3I0lBQEMig
Consuelo Duval Dir. Armando Ciurana
como se llama su trastorno que tiene el personaje taxista.
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